Prisionero de su esfera, se detuvo finalmente, después de varios días caminando a trompicones. Ese ritmo frenético y constante, ese círculo vicioso inacabable, un día y otro día ...y otro, se sentía cansado. Sabía muy bien lo que éso significaba para sus seguidores que dependían de él cada segundo del día, se rendirían también. Esa sensación de ser imprescindible le había agobiado toda su vida, tanta responsabilidad. Ya se acabó, pensó inmóvil y abatido el segundero viendo con impotencia cómo, inevitablemente, se paraban también las otras manecillas.
Es un buen intento, Isabel. A ver si hay suerte.
ResponderEliminarUn saludo.
Escuché en directo tus tic-tac-tucs. Disputado y merecido.
ResponderEliminarHum... veo que esta semana también me lo vas a poner difícil.
mi dolor de espalda funciona como manecilla.
ResponderEliminarIsabel buen intento, que la suerte te acompañe, yo sigo dándole vueltas a mi esfera sí, jeje
ResponderEliminarPor cierto Pietror, creo que te equivocas. La ganadora de la semana pasada es una Isabel González pero no la propietaria de este blog.
Un saludo indio a todos
Tu compañero, el segundero, me paro en solidaridad. Si no hay segundos, no puede haber minutos. Estoy contigo.
ResponderEliminarBlogsaludos
Ups, sorry, qué patinazo...
ResponderEliminarSábado por la tarde tic-tac y aún no tengo nada decente para la ser. A ver, patines, esferas, manecillas, dobles...
Me gusta. Suerte Isabel.
ResponderEliminarTu reloj ha clavado sus agujas en el corazón del mío. Mi tiempo está herido.¿Querrás leer mi soneto?:
ResponderEliminarhttp://riografia.blogspot.com/2009/06/reloj_13.html
Leí tu soneto,Miguel, estupendo, te admiro, me resulta tan difícil.
ResponderEliminarGracias, Oscar, me gusta que te guste.
No eres el único Pietror, no te preocupes, como ella va ganando concursos, aplico la ley de la ventaja y ando esperando que sea ella quien cambie el nombre.
Gracias No comments, suerte a tí también.
El tiempo encadenado y dependiente, Adivín, gracias por tus comentarios.
Mira Gonzalo, tenemos en común ese dolor de espalda. Ay!