22 de marzo de 2010

Por causas naturales

El dolor le empezó en el bajo vientre, agudo, persistente. Después fue desplazándose hacia el pecho sin perder un ápice de fuerza, espasmódico, latiendo con tal  dureza que era difícilmente soportable. Respiraba cada vez con mayor dificultad,  se ahogaba. Fue entonces cuando el corazón empezó a fallarle, arritmias incontrolables,  y ese peso, esa opresión.
Les costó abrir su mano engarrotada  para extraer aquel papel arrugado que podía contener algún tipo de pista de su muerte. Adiós mi amor, no puedo estar contigo.Teresa. Al día siguiente busqué su esquela en el diario, no estaba. No hay esquelas para las muertes del alma.

6 comentarios:

  1. En un micro, el final es lo más importante y este está bordado.
    Felicidades.

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  2. ¿Quién dijo que el alma era inmortal? Muy bello. Por cierto , casi coincide en el tiempo con las esquelas que cada 21 de Marzo José Luis Casaus publica en EL PAÍS en recuerdo de su mujer, Elena Lupiáñez Casanova, muerta en 1994: Emocionantes y divertidas al mismo tiempo.

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  3. El final da que pensar. Excelente amiga

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  4. Hola Isabel. Me ha encantado. Gracias por tus comentarios en mi blog. Una sensibilidad especial que es lo que tienen que tener los micros. Un abrazo.

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  5. Me alegro de que te guste Jose Antonio, gracias por tus comentarios. Un beso.

    Miguel, qué bien, comentario positivo e informativo, no lo sabía. Un abrazo, amigo.

    Hoola Cele, disculpa que no te haya visitado últimamente, he estado algo ocupada. Un beso.

    Hola Pablo, bienvenido a mi pequeño espacio, es un placer tu visita y tu comentario. Comparto tu opinión sin esa sensibilidad no es más que un ejercicio de síntesis.

    Un abrazo, espero verte más por aquí.

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  6. Bonito micro. Sería una idea muy chula poner una esquela en el periódico tras la muerte de una relación. Me ha gustado.

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