8 de noviembre de 2011

Ni contigo ni sin tí (Antes "Homicidio involuntario" . Reeditado)


“Mira que duele tener el puñal de tu ausencia clavado en mi pecho pero sé que acabaré desangrado si lo arranco . No quiero morir. Sólo tú podrías sacarlo porque aún tienes las llaves de mi casa”.

La nota descartaba el suicidio y dirigía las sospechas, como siempre,  hacia los más allegados.

La víctima debía conocer y confiar en su asesino porque no había cristales rotos ni cerraduras forzadas. Todo estaba en orden , no había indicios, ni arma del crimen, sólo un cuerpo frío e inerte yacía en el suelo en una posición inesperada: con los ojos muy abiertos y una expresión en su rostro de "mi amor, no entiendo nada" .Un gran charco de sangre derramada, un puñal y el inexplicable reflejo de una cara que permanecía aún en sus pupilas dilatadas. 
Expertos en lenguaje no verbal pudieron constatar en el gesto de su muerte que a su asesino lo  amaba. 

Numerosos testigos confirmaron que sólo para élla tenía esa mirada.

Mudos y pálidos, los policías procedieron a la detención de la mujer  que, con otro puñal de idénticas dimensiones clavado en el pecho, se entregaba sin oponer resistencia. No se atrevieron a esposarla ni a leerle sus derechos.

3 comentarios:

  1. El amor llevado trágicamente hasta las últimas consecuencias.

    Buen relato.Me gustó.

    Un saludo indio

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  2. gracias no omments, agrdezco tu paso or mi blog.

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