“Mira que duele tener el puñal de tu ausencia clavado en mi pecho pero sé que acabaré desangrado si lo arranco . No quiero morir. Sólo tú podrías sacarlo porque aún tienes las llaves de mi casa”.
La nota descartaba el suicidio y dirigía las sospechas, como siempre, hacia los más allegados.
La víctima debía conocer y confiar en su asesino porque no había cristales rotos ni cerraduras forzadas. Todo estaba en orden , no había indicios, ni arma del crimen, sólo un cuerpo frío e inerte yacía en el suelo en una posición inesperada: con los ojos muy abiertos y una expresión en su rostro de "mi amor, no entiendo nada" .Un gran charco de sangre derramada, un puñal y el inexplicable reflejo de una cara que permanecía aún en sus pupilas dilatadas. Expertos en lenguaje no verbal pudieron constatar en el gesto de su muerte que a su asesino lo amaba.
Numerosos testigos confirmaron que sólo para élla tenía esa mirada.
Mudos y pálidos, los policías procedieron a la detención de la mujer que, con otro puñal de idénticas dimensiones clavado en el pecho, se entregaba sin oponer resistencia. No se atrevieron a esposarla ni a leerle sus derechos.
La víctima debía conocer y confiar en su asesino porque no había cristales rotos ni cerraduras forzadas. Todo estaba en orden , no había indicios, ni arma del crimen, sólo un cuerpo frío e inerte yacía en el suelo en una posición inesperada: con los ojos muy abiertos y una expresión en su rostro de "mi amor, no entiendo nada" .Un gran charco de sangre derramada, un puñal y el inexplicable reflejo de una cara que permanecía aún en sus pupilas dilatadas. Expertos en lenguaje no verbal pudieron constatar en el gesto de su muerte que a su asesino lo amaba.
Numerosos testigos confirmaron que sólo para élla tenía esa mirada.
Mudos y pálidos, los policías procedieron a la detención de la mujer que, con otro puñal de idénticas dimensiones clavado en el pecho, se entregaba sin oponer resistencia. No se atrevieron a esposarla ni a leerle sus derechos.
El amor llevado trágicamente hasta las últimas consecuencias.
ResponderEliminarBuen relato.Me gustó.
Un saludo indio
gracias no omments, agrdezco tu paso or mi blog.
ResponderEliminarmuy bello relato
ResponderEliminarAlicia Celada