Seguimos sin hablarnos y éso que nunca habíamos conseguido silencios de más de un día. Las últimas veces, como siempre, todo había acabado bajo las sábanas, nuestros cuerpos eran incapaces de sostener, en la proximidad, el rencor de los desencuentros diurnos. Pero anoche fue distinto, se hizo la dormida, no nos tocamos.
Han pasado dos días y dos noches y seguimos sin hablarnos. Ella duerme en el sofá. En su móvil cientos de mensajes de un tal Marc. Se me va.
¡¡Que triste!! Muy bonito el micro pues consigue generar esa sensación de pérdida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Se va el amor, asoma el dolor
ResponderEliminar¡Que tristeza!
¡Qué mal rollito! Ya he visto está película y acaba mal.
ResponderEliminarIsa!!!!, no vayas contando mi vida por ahí!, jajaja
Petonets.
Si Josep, es éso tan molesto de que a medida que se cumplen años se han visto casi todas las películas.
ResponderEliminarHola Cele, un abrazo.
Pues si lo consigue, José Antonio, estoy contenta.