Virginia cerró el diario: casi traspasa los límites de la cordura. No sabía el por qué de leer y releer el pasado. Le gustaba escribir y justificaba como correcciones de estilo las modificaciones que hacía en cada revisión. Perfeccionaba las formas sin darse cuenta de que retocaba el fondo emocional de lo vivido.Tenía que dejar de hacerlo. A veces se preguntaba hasta qué punto ese acto nostálgico podría estar influyendo en su presente.
Con el paso del tiempo su memoria había sido selectiva con los recuerdos amargos, sirviéndose del "la vida sigue" como criterio básico. Esta vez la tentación había sido demasiado fuerte: a punto había estado de sustituir el "me dejó" por "le dejé" pero, afortunadamente, lo que escribió en su día siempre tuvo la osadía de vencer al olvido.
Mira que hacemos trampas al escribir. Y al corregir, ni te cuento.
ResponderEliminarTal vez quisiera reconstruir lo vivido a traves de la escritura.
ResponderEliminarAunque con menos tiempo, te leo siempre que puedo.
Un placer tus historias.
Besos
Sí, hay cosas que no se pueden olvidar, por eso, aunque las cambiemos en nuestro diario, siempre acabaremos recordándolas tal como pasaron.
ResponderEliminarUn abrazo
Tú bien lo dices. El poder de las palabras.
ResponderEliminarMuy bueno.
Abrazos.
Es que una palabra, un punto, una coma o incluso un acento puede cambiar todo el sentido de una frase o incluso de la vida misma.
ResponderEliminarBesos Isa
Hola Isabel.
ResponderEliminarHe estado leyendo tus textos y me han parecido muy interesantes. Sólo decirte que me ha parecido genial tu manera de enfocar "No tenía que afeitarse la cara".
Un saludo
Como dice Josep Capsir al escribir cualquier detalle por pequeño que sea puede cambiarlo todo.
ResponderEliminarUn beso Isabel, me he hecho tu seguidora
Y ¿reescribiendo el pasado puedes cambiarlo? No es un mal plan, voy a tener que empezar a buscar mis diarios para hacer algún que otro retoque :)
ResponderEliminarClaro, claro Virginia pero en el proceso interviene el poder de la mente, pero como ves "Virginia" reacciona a tiempo y no lo hace, no sea que sin querer cambiase el curso de la historia universal, ja ja,
ResponderEliminarLo que si es cierto Rosscanaria y Josep es que escribiendo una coma puede cambiarlo todo.
Lo, bienvenida, te espero por aquí.
El poder de las palabras José Antonio, y el de la mente.
Las trampas del corazón José Zuñiga, donde la razón no siempre llega, o nunca.
Cele la reconstrucción de los hechos subjetivando.
Dicen que el papel lo aguanta todo, incluso la mentira. Un blog muy interesante.
ResponderEliminarSaludos, Desira
El tuyo también es muy interesante Desira. ¡Nos leemos!
ResponderEliminarAy Isabel, refleja los dolores que algunas veces guardamos en la memoria disfrazados de verdades.. Me llegó, muy bueno!
ResponderEliminarMagnífico. Escribir, narrarse desde la intimidad literaria, y luego pasar todo por el tamiz de la reescritura...
ResponderEliminarmagna sensibilidad y belleza reflejan tus letras, un besin de esta amiga admiradora.
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