Fotografía: Otoño en mi balcón. 2009 (photoshop)
Llegan los otoños irremediablemente. Noviembres tristes, lágrimas cansadas. Mueren las tardes antes de nacer y espera paciente la naturaleza muerta. Septiembre secuestra tiempos al verano, octubre asume que se le ha escapado, noviembre sufre del amor perdido y diciembre, el frío, la transparencia del olvido.
Las tardes nacen dormidas en la brevedad del día que les dio la luz que ahora les quita. Neón infiel, relojes deshonestos, poca luz y poco tiempo.
Almas de hoja caduca, bajo esta tarde oscura, pasean sus ramas desnudas amarilleando ausencias, anaranjeando recuerdos,amarronando nostalgias: hojarasca vespertina. Desnudas e interinas, tendrán que hacer reservas de esperanza, opositar a verde siempre, y conservar las raíces , la estructura, la coherencia y la vida.
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