Te protegí, bichito, hasta que saliste del cascarón ilusionado y sorprendido, la vida ante tus ojos. Ya no puedo, mi niño, darte el calor de mis entrañas, guardarte dentro de mi caparazón caliente y tierno. Corre hacia el mar, cariño, allí estarás por el momento, a salvo. Sortea los peligros, hay animales feroces acechando tu camino que adoran tu caparazón aún tierno. Sálvate, mi chico, esquívalos, velocidad y astucia. Sé, hijo mío, que no existo para tí mientras dure tu lucha por la supervivencia, mientras marcas tu territorio y tu camino, pero yo sigo aquí Alex, ...cerca, muy cerca.
Mamá
Si señora,pellizcando la fibra.
ResponderEliminarLlegará,tranquila,que si alguna vez te ha escuchado,llegará al mar el muchacho.
Me ha gustadola.En pocas palabras lo imaginas de pequeño a mayor.Milagros
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