Amaneció con las manos ensangrentadas y a pesar de la lentitud con que funcionaba su cerebro, no tardó en comprender que no había conseguido estar muerta. No se suicidó lo suficiente. El abismo interior en el que se había precipitado la noche anterior le hizo olvidar su fobia a la sangre. La desmayada presión de aquella cuchilla en sus muñecas apenas serviría para llamar su atención. Pero él todavía no había regresado, aún tenía tiempo.
Si el suicida comprendiese que su grito de angustia no es que quiere morir, sino que quiere vivir a su voluntad, y que ésta solo se puede llevar a cabo viviendo.
ResponderEliminarReceta para suicidas, olviden sus problemas y ponganse a hacerse útiles en alguna forma.
Si no saben que hacer, pónganse a bailar y se les pasa.
Por un lado un verdadero gusto volver a leerte. Por otro, buff, qué terrible. Amaneciendo y él que no llega, y ella que no acaba de irse... Turbador.
ResponderEliminarAbrazos.
Me quedo con la frase de inicio "amaneció con las manos ensangrentadas", excelente apertura y estupendo cierre.
ResponderEliminarMe convertí en seguidora;-)
Abrazos admirados,
Rocío
Gracias Rocío, precisamente esa frase no es mía, es la frase de inicio del concurso "Minificciones en cadena", fue la frase que elegimos entre muchas para comenzar el 2011, se trata de un concurso mensual. Te paso el enlace por si te animas a participar:
ResponderEliminarhttp://imaginarteminificcionesencadena.blogspot.com/2011/01/finalistas-por-votaciones-internas.html
Resultó elegida la frase de mi querida amiga y excelente escritora, Claudia Sánchez.
En estos momentos hay 5 finalistas y la votación está abierta a todos en el blog y en Facebook.
Saludos.
Gracias Jesús, las idas y venidas de la vida,sí. Un abrazo. Gracias por comentar.
ResponderEliminarSi, Carlos, las cosas son así de complicadas y así de sencillas.
ResponderEliminarWow! unas palabras verdaderamente escalofriante
ResponderEliminarSaludos =)
Vaya agonía, al filo entre la vida y la muerte, se va, no se va, llega, no llega... duro regreso ¿no?
ResponderEliminarUn saludo indio
Buen micro, Isabel. Esa frase: "No se suicidó lo suficiente", no sé por qué, me ha hecho pensar en otro texto que habías escrito parecido...
ResponderEliminarAbrazos
Gracias Isabel,
ResponderEliminarNo lo conocía. Aún ando algo pérdida por aquí. Sí la frase de apertura me pareció excelente y el cierre, como ya dije, igual.
Un abrazo y mil gracias de nuevo,
Rocío
Era Camus el que dijo que el suicidio era el problema filosófico verdaderamente serio? Dickens recomendaba a los presuntos suicidas pan seco y cerveza. Siempre, el desesperado, pretende tener un segundo y tercer intento de suicidio. Precioso Isabel. Leo estos días Historias de suicidas de Miguel Fernández. Un saludo
ResponderEliminarExcelente Isabel, excelente. Dos cosas me encantaron: "no se suicidó lo suficiente"y el final. Y claro el título que cierra bien el texto.
ResponderEliminarUna chulada
Abrazos
Bienvenida Clandestina ( me cuesta llamarte Tonta, ja, ja, aunque sea con mayúscula, ja, ja,) me alegro de que te guste. Un abrazo.
ResponderEliminarDuro regreso y dispuesta a partir de nuevo, ... la constancia. Un abrazo No comments.
Hola Baizabal, un abrazote. Gracias por comentar.
Madre del amor hermoso¡, terrible, no deja resquicio al lector para decir siquiera: piensalo, para.
ResponderEliminarTaliesin