22 de septiembre de 2011

MIRADAS

     
    La de los días de lluvia es distinta, mimetiza solidaria con la suya. La otra, la de los días de sol, la solitaria, era mucho más dolorosa: le desgarraba la ausencia, le hería la distancia, moría en su silencio.
Hoy sí, hoy va a salir a la calle, sin paraguas, para llorar a sus anchas: nadie podrá distinguir entre la lluvia y sus lágrimas.

3 comentarios:

  1. Cada tanto es necesario salir sin paraguas... Excelente Isabel! Me gustó muchísimo! sandra montelpare

    ResponderEliminar
  2. ME GUSTA !
    SALUT

    LOGUS

    ResponderEliminar
  3. Qué bien cuando los elementos confabulan a nuestro favor...

    Me encantaron tus letras sensibles y abiertas,transparentes como gotas de lluvia y lágrimas.

    Abrazos.

    ResponderEliminar

Tu opinión alimenta mi trabajo