La de los días de lluvia era diferente, mimetizaba con la suya, no era una tristeza solitaria. La de los días de sol era mucho más dolorosa, desgarradora su ausencia, hiriente su distancia, absolutamente muerta su mirada. Salió a la calle, sin paraguas, nadie podría distinguir entre la lluvia y las lágrimas.
"J'écoute en soupirant la pluie qui ruisselle
Frappant doucement sur mes carreaux
Comme des milliers de larmes qui me rappellent
Que je suis seule en l'attendant. (,,,)"
ME ENCANTA HERMANITA
ResponderEliminarSuerte con el micro, Isabel, aquí tienes un contrincante.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias hermanita, menudo honor que me comentes por escrito. Guaaaapaaa!!!
ResponderEliminarNo hubo suerte,José Antonio, Pablo de la Rúa quedó finalista, pero no lo consiguió. Estuve escuchándole.