Seguimos sin hablarnos y nunca habíamos sostenido silencios más de un día. Nuestros desencuentros sólían acabar bajo las sábanas, donde nuestros cuerpos eran incapaces, en la acercanza, de albergar ningún tipo de rencor. Pero anoche fue distinto, se hizo la dormida, no nos tocamos.
Han pasado dos días y dos noches, tres horas, dos minutos y un segundo... y seguimos sin hablarnos.
¿Qué tal, Isabel, si continuamos con mi ya habitual propuesta de "bandas sonoras"? Creo que para este desamor en ciernes nos vendría bien "No hay palabras", de Presuntos Implicados, con la personalísima voz de Soledad Jiménez.
ResponderEliminarUn beso.
Triste.
ResponderEliminarUn saludo Isabel
Ya el completo, imagen (magnífica), relato y música, sólo falta que los protagonistas se decidan a olerse, y a tocarse, que todavía hay esperanza. Isabel, ¿y si nos cuentas también la reconciliación?
ResponderEliminarMomentos duros.
ResponderEliminarUn saludo Isabel.
gonzalo rojas habla del callamiento.
ResponderEliminarBuen texto, un placer leerte.
ResponderEliminarfeliz semana.
Está muy bien, Isabel, esa voluntad de dosificar un distanciamiento que pesa cada vez más...
ResponderEliminarUn abrazo
Muy bueno Isabel... me encantó!!! No sé por qué pero empecé a pensar en un dibujo de los míos...
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