22 de enero de 2010

Marejada.

Detalle de una fuente en Monmartre.  (París, 2008)

Lucha hoy el mar por llegar a tierra, desgarradamente, en vano. Ruge agitado, y abatido, cae sobre la arena.
Parece querer poseerla, violentamente, apasionadamente y llevársela a sus profundidades, a sus interiores. Empujado por el deseo y ayudado por el viento, lucha hoy el mar, en vano, por llegar a tierra. Su grito desgarrado se convierte en un lamento. Apenas unos granos de arena puede llevarse, apenas unos besos adúlteros puede arrancarle. Eterno. Intermitente, Imposible.

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