19 de febrero de 2010

Agua que no has de beber...

¿Y por qué no? - se preguntaron los amantes  hablando por boca de sus cuerpos encendidos. Y el paso del tiempo, inexorablemente,  les fue argumentando  la respuesta. A modo de conclusión, la tragedia de su despedida.
Ilustración de Santi Jiménez

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