(Sé que me dejo algo. pans bêt!. Azúcar y champú,... ya está. Cola, leche,... también. ¿Qué era?. Era importante.) Dio tres o cuatro vueltas más entre las estanterías del súper confiando en que el proceso inverso funcionase, encontrar sin saber lo que se busca. Nada. La sensación de que algo imprescindible le faltaba la acompañó hasta llegar a su casa. Sin dejar la compra se dirigió a la cocina a mirar le "Pans Bêt" de la nevera. Ya era una cuestión de amor propio. ¿Cómo podía tener tan mala memoria?.
Su ojos se apagaron, su cuerpo se distendió tanto que le cayeron las bolsas de las manos. Desolée. La maldita manía de escribir allí su nombre todas las mañanas.
Jajajaja Mira que dejarse a Arturo... me hizo gracia.
ResponderEliminarUn saludo indio