25 de abril de 2010

LA ALJOFIFA (homenaje)

Detalle de la caja roja. Isanel González. 2010



¡Niña!¿Donde tienes la aljofifa?, voy a darle  un “fregaíllo” a la cocina mientras tú “t´apañas”.
Josefina no puede conseguir que su madre  pase por casa sin limpiar algo, doblar alguna prenda o planchar todo lo que encuentra a su paso, que dicho sea de paso, suele ser bastante.  Para Doña Josefa, viuda y madre desde muy joven, las faenas de la casa eran coser y cantar, era lo que había hecho siempre, con sus padres, con su marido, con sus hijos. Su Pepi, sin embargo, era un desastre, nunca conseguía “esliarse” con la faena de la casa. Terminó en un santiamén y aún tuvo tiempo, como siempre, de sacarle brillo emocionada al flamante título de su hija  que tantos sacrificios les había costado, estudiando para merecerlo, fregando para costearlo. Lo que tardó en convencerla de que había que enmarcarlo rococó y dorado, como tenía que ser, que para fregar ya estaba ella y fregar, … friega cualquiera.

15 comentarios:

  1. Creo Isabel, que sobre todo en los últimos tiempos, nos damos cuenta de la abnegación de nuestras madres durante tantos y tantos años.
    Entre tú y yo, no fui un buen estudiante y carezco de diploma para enmarcar, rococó, así que cuando algún cuentecito pequeño, de los míos, obtiene reconocimiento, por sencillo que sea, o se publica, por humilde que sea la publicación, se lo hago saber a mi madre enseguida, que sepa que su entrega para sirvió para algo.
    Me gustó mucho tu cuento.

    Un abrazo

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  2. Compartimos opinión y sentimientos. Entre tu y yo, yo sí fui buena estudiante pero mamá no sabe que no éso no es tan importante, que lo es mucho más sacarse el títuo de saber vivir. Un beso, Jesús. Un comentario encantador.

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  3. Hay trabajos que aunque no sean qualificados, son imprescindibles y no entiendes de sábados, domingos ni días de guardar.
    Un petó

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  4. Demontre Isabel¡¡¡¡¡ rendida admiradora tuya soy, yo quiero tener tu gracia y tu sencilles narrativa, que facil lo haces "condená".
    Muy bonito el relato.
    Taliesin

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  5. ¿Alguien ha cuantificado lo que le hubiera costado a la sociedad pagar ese trabajo silencioso, "no cualificado"? Las amas de casa son heroínas, sin duda

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  6. Muy bueno Isabel, hay consas que hacer las hace cualquiera, pero los sacrificios para que otros consigan sus sueños, eso hoy en día....
    Un beso

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  7. La capacidad de sacrificio de la generación de nuestros padres merece reconocimientos tan bien expresados como el tuyo, breve y sencillo, pero no por ello menos emocionante. Serrat tiene una canción relativamente reciente que me recuerda este microrrelato: se titula "Princesa" ( no es la de Sabina).
    Besos.

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  8. Aljofifa sí que es una palabra que se remonta a mi infancia. Y aljofifar. Fueron tiempos muy duros para quienes tuvieron que sacarnos adelante.

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  9. Me encanta ese verbo, aunque reconozco que me cuesta pronunciarlo, lo oí por primera vez en Andalucia (que mira que ajofifan allí!).

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  10. /Grasiah/ Taliesin, por tu comentario tan /entuiahta/!!

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  11. Josep, completamente de acuerdo, aunque el problema de la Pepi, la hija licenciada, es que sigue fregando además de trabajar y situarse profesionalmente y...etc, etc, esta generación femenina de transición está pluriempleada, hasta que los hombres y ellas mismas no acabenm de igualar sus roles.

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  12. Woody, inconmensurable, si el estado tuviese que pagar jubilaciones a las amas de casa y a los abuelos las horas de guardería para que la Pepi pueda ejercer su licenciatura

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  13. Toda la razón Cele. Hace días que no paso por tu blog, ...que no llego a todo a no ser que aparezca mamá con la aljofifa.

    Miguel, colgaré la canción, ya lo hice siguiendo tus consejos de bandas sonoras para mis micros con el de sylvie vartan. Un beso

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  14. Elisa, ya veo que la conoces bien, yo también, las raíces andaluzas.

    Anónimo, quién quiera que seas, gracias por visitar mi blog.

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  15. Son las madres de una generación que creció y vivió en el sacrificio continuo. Primero en la familia paterna, después en su matrimonio con su marido, sus hijos: y al final como abuela, sigue haciendo lo que siempre hizo: trabajar y sacrificarse por todos sus seres queridos.
    Al fin y al cabo, me estoy refiriendo a mi madre que solo ha descansado - como muchas otras - cuando la Parca ha venido.
    Felicidades para todas las madres en su día, y en todos, que merecido se lo tienen.
    Un abrazo.

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