Todo empezó un buen día en el que me dirigí al espejo decidida a enfrentarme con mi reflejo definitivamente. Llevaba bastante tiempo esquivándolo, ignorando las llamaditas que me hacía cada día cuando me acercaba a él en las horas del aseo. Yo le conocía bien y sabía que no era un reflejo como los demás, que no le bastaba con informarme objetivamente acerca de mi aspecto físico, del paso del tiempo y de alguna que otra mueca enquistada ya en mis gestos. Este no, este tenía que ser profundo y desalmado, preguntarme de dónde vengo y adónde voy, qué quiero hacer con mi vida y que si voy a conformarme con ésto o con lo otro, etc, etc.
Ya me había hecho algo parecido en el pasado, llevándome sus reflexiones a algunas decisiones poco afortunadas, así que ya no era miedo lo que le tenía sino que le había perdido del todo el respeto.
Era un 27 de noviembre y acababa de cumplir 49 años, uno de esos días grises y otoñales por fuera y por dentro. Me coloqué frente a él con chulería y a sus preguntas, respondí que quería dedicarme a escribir, pero que no estaba dispuesta a cambiar mi vida demasiado. No soportaría la fama y la popularidad de mis éxitos, concurso por aquí, certamen por allá, ... Así que esta vez fui yo quién le hizo una propuesta : Yo escribiría tranquilamente lo que me apeteciese, sin normas, ni frases de comienzo establecidas, ni temas, y él se dedicaría a los concursos, las firmas de libros, las presentaciones, los premios...etc.
Y así fue. Han pasado siete meses y las dos escribimos por nuestra cuenta y riesgo. Ella vive en Madrid, yo en Barcelona, ambas hemos llegado a tener entidad propia sin interferencias. Tan sólo de vez en cuando se produce alguna que otra confusión, seguimos compartiendo el nombre. Mi casa es ahora una casa sin espejos.
Os cuento esta breve historia para que sepáis que no soy yo la Isabel González que firmaba libros en el stand 107 de la Feria del libro de Madrid como escritora selecionada para la antología de Clara Obligado "Por favor sea breve 2". Era "Ella".
Aprovecho para saludaros a todos y un abrazo muy especial para aquellos que me siguen fielmente.
Isabel Mª González Verdugo
PD.: Ficciones aparte, mis felicitaciones a Isabel González González por sus éxitos.
(El malentendido surgió a la 00:15 del sábado pasado cuando Juan Casamayor etiquetó con mi foto a "la otra" en Facebook y me citó a las 10.30 en Madrid, imaginaos, ... no me lo podía creer. Ja, ja, pero pensé... "en fin mi relato era bueno"...ja jaja.)
El relato que participó sin éxito:
"Por favor, sea breve, dijo la muchacha al tiempo bajaba la mirada y levantaba su falda. Minutos antes me había cobrado por adelantado y me había conducido a aquel callejón escondido del Raval. Levanté su barbilla, sequé sus lágrimas y me quedé."
Excelente sentido del humor Isabel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Querida Isabel. También resultó muy confuso para mí. Lo cierto es que nos hemos visto convertidas en dos personajillos de eso micros que tanto nos gusta escribir a las dos. Esto nos pasa por jugar con fuego y por tener un nombre tan bonito, claro. Para evitar este tipo de confusiones procuro firmar con mis dos apellidos, pero para colmo, mi segundo apellido también es González así que no suelen hacerme mucho caso. Un enorme abrazo y enhorabuena también por tus éxitos.
ResponderEliminarIsabel 'la otra'
Si te llamaras Torcuato no hubieras tenido ese percance, ja, ja. Aunque yo también soy González.
ResponderEliminarUn beso Isabel.
¡Qué anécdota!
ResponderEliminar¿Sabes que yo también leí tu relato en el concurso y lo voté?
Un placer leerte Isabel Mª González Verdugo
Jajaja, que curiosa historia!! A veces los nombres se dedican a estos juegos!
ResponderEliminarEn cualquier caso, te ha salido un buen relato de la experiencia!
Besos!
Bueno, veo que las dos Isabel González son como Zipi y Zape en sus mejores tiempos, que se suplantan para los exámenes y los concursos. ¿Vais a medias?
ResponderEliminarAhora ya no sé quien es la que triunfó en la Ser, quizá os tenga que felicitar a las dos...
Un beso a las dos y que sigan vuestros éxitos.
Si ese nombre me hubiera garantizado su mismo talento, yo también hubiera querido llamarme "Isabel González" (con o sin Gonzalez agregados).
ResponderEliminarMe preguntaba si serían la misma persona. Gracias por aclararmelo y saludo a ambas.
Que bueno tita jajaja pasate por mi blog.
ResponderEliminarleia y montse
Dice una canción popular española, recogida por el cervantista Francisco Rodríguez Marín:
ResponderEliminarDe la raíz de la palma
nacieron las Isabeles,
delgaditas de cintura
y de corazón alegres.
Os la dedico a las dos.
Pues las dos Isabeles son ingeniosas y derrochan sentido del humor. Enhorabuena a ambas.Un beso.
ResponderEliminarEres única Isabel González. Te saludo desde
ResponderEliminarlo más hondo de mi admiración.
Un abrazo
BB
jaja, muy bueno, os conozco a las dos (A "La otra" personalmente) y me imaginaba que esto os iba a ocurrir, lo raro es que no os haya pasado antes.
ResponderEliminarjajajjaj Lo vi en ImaginArte y ahora paso por acá y lo leo tranquilamente y me parto. YO TAMBIÉN PENSABA QUE ERAN UNA SOLA!!!! Besazo!
ResponderEliminarLo mejor es que el "incidente" te ha servido para escribir una buen y jocoso texto (yo tampoco sabía que eran dos).
ResponderEliminarSaludos.
La que triunfó en la Ser Josep, fue "ella", ja, en su moemnto ya lo aclaré a las personas que me felicitaban, aunque ahora que pienso podía haberles dado las gracias en su nombre.
ResponderEliminarMuchas gracias a todos por sus comentarios, Isabel, la otra, me ha confesado vía mail que se ha divertido mucho con los comentarios, yo también, y que seguirá firmando con el González González execepto si gano algún concurso de tropocientos mil euros en cuyo caso no esta seguraa de si aclarará el malentendido, ja,ja, un abrazo a todos.