Aquella extraña y bella especie desovó en la mente del lector. Casi sin percatarse de ello, lentamente, metamorfoseando en un par de lecturas, crisálidas ante sus ojos atónitos, se produjo el milagro. Daniel asístió maravillado al nacimiento de una mariposa, pequeña, muy pequeña, extraña y bella. Sorprendente. Entonces entendió el microrrelato.
Ya estoy aquí Isabel. Me gusta lo que escribes. Seguiré pasándome por aquí.
ResponderEliminarUn abrazo.
gracias por tu visita.
ResponderEliminarHasta pronto
Gracias Microrrelatos, encantada por tu visita y si te ha gustado más todavía. Nos vemos por aquí cuando tu quieras.
ResponderEliminarIsa