8 de marzo de 2010

Tic...tac

(Ese tic..tac que escuchamos hace rato, nos alienta. Nuestros cuerpos rotos, aplastados por los cascotes, están tan juntos que casi se nos han unido los dolores) Nos sacarán de aquí. No te duermas, Marta, ...no llores, cariño, ...cuenta, 59, 60,... un minuto, 1, 2, 3,... (Siento el olor dulce de la sangre en su aliento). Nos van a encontrar, cielo, van a oír ese reloj, no llores, 59, 60, ocho días, ...aguanta, uno, dos,...Marta entorna los ojos, un fino hilo de sangre asoma por la comisura de sus labios. Esteban deja de contar.

9 comentarios:

  1. Deberías dedicarte en serio a escribir.
    Un apunte, yo no describiría la sangre como dulce en su aliento si no soy un vampiro, más bién si algo destaca de su olor es su alto contenido férreo, un aroma duro y metálico que en exceso abruma, como cuando estamos rodeados de herrumbe en un barco viejo y desportillado con casco de metal y a eso súmale su condición de estar tibia para que se propague aún más el efecto...un beso. Tenía ganas de hablar, no me hagas mucho caso, por lo demás sensacional, besos.

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  2. Ja, ja, claro como no tengo nada de olfato, siempre evito describir los olores, me sonaba lo del olor dulzón por algún sitio. Gracias por pasar por mi blog José María.

    Este microrrelato debiera haber partcipado en el concurso de la Ser, relatos en cadena, debía empezar por " ese tic tac que escuchamos hace rato" y no exceder las 100 palabras, pero se me pasó el plazo, finalizaba ayer domingo a las 12h, otra vez será.
    Un beso,

    Isa

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  3. Era un microrrelato muy decente, ays, otra vez será.

    Un saludo indio

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  4. Habrá que estar más atento la próxima vez, Isabel.

    Un saludo.

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  5. Pues me ha gustado mucho. Buen micro y muy buen final.
    Saludos.

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  6. Es tremendo. La angustia cronometrada es una tortura tremebunda. Y el tic...tac reiterado, un minuto tras otro, segundo a segundo, la cuenta atrás hacia la eternidad. Escalofriante, Isabel.

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  7. Impactante, duro, eres una maestra creando sensaciones en tan poco espacio.
    Un saludo
    Taliesin

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