24 de septiembre de 2010

DELIRIUM

Los espejos de la estancia roja, la última, tampoco me reconocen: ese hombre pequeño y apesadumbrado no puedo ser yo.
Desde que la sorprendí en los brazos de Kenshin, mi señor, una tempestad se ha desatado en mi interior. A ella no fui capaz de matarla.


Imagen disparadora

5 comentarios:

  1. Buen micro, Isabel, me ha gustado este juego de espejos, y el final de donde se deduce que mató a su señor. Un abrazo.

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  2. Pimpollo, la fecha en Minificciones es hasta el 21 de cada mes (el peso del alma). Este mes me tiene ansiosa este concurso, pero hay buenos relatos. Vamos a ver cómo salimos. Suerte!

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  3. Hola Isabel: siempre me impresiona la capacidad que tienes de en pocas palabras dar esa sensación de toda una vida.
    El desamor de vez en cuando se abona con sangre.
    Besos

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  4. A lo que no fue capaz de matar fue a la tempestad interior.
    Inquietante micro.
    Un beso.

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