23 de mayo de 2010

Inspiración

La cena se enfriaba encima de la mesa  y Marcela, exhausta, no podía dejar de escribir. Los días pasaban y el olor a carne en descomposición invadía la estancia. Afortunadamente su mano derecha seguía en buen estado y pudo firmar la novela.

12 comentarios:

  1. La idea es intersante, Isabel, aunque para mi gusto hay un pequeño problema de verosimilitud. La imagen de "olor putrefacto en proceso de descomposición" es tan fuerte que me cuesta aplicársela a una persona que todavía tiene fuerzas para escribir. Quizá con algo más suave, más sugerente... No sé. Es mi opinión.

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  3. Jejeje! es curioso lo que te está inspirando el comienzo de esta semana en la SER. ¿No te habrás puesto a dieta, verdad?
    No tanto como el anterior, pero éste también me gusta mucho.

    Un abrazo

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  4. Me gustó. Sin el problema de verosimilitud que apunta Alberto, es buenísimo. Mucha suerte en el concurso.

    Saludos.

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  5. O sea: Inspiración, espiración...¡y expiración!

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  6. Victor, desprès del comentari de Alberto, he fet alñguns canvis,tu ja l´has llegit retocat. Me satisface muco que te guste. Un abrazo.

    Hola Miguel, poeta andaluz, gracias por estar ahí.

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  7. Ahora muchísimo mejor. ¡A por el concurso!

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  8. Jesús elimine una entrada porque estaba repetida. Un abrazo.

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  9. Este es la versión alargada del anterior, no? El paso previo de cómo acabó ella fría en el suelo :)
    Suerte para el jueves!

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  10. Bona sort Isa, nos vemos por las ondas...
    Un petó.

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  11. Felicidades Isabel¡¡¡ (esto se esta convirtiendo en una muy buena costumbre)
    Un abrazo
    Taliesin

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